Una búsqueda difícil me llevó tras las huellas de este camagüeyano, pues solo su nombre aparece en una librería, una escuela especial y una calle en el poblado donde creció.
Se acerca la efeméride de su natalicio y con los mejores deseos de hacerle justicia, comencé mi búsqueda. En los sitios de internet aparece muy poco, la librería estaba cerrada y algunos mineros que conozco; sabían muy poco sobre el revolucionario y fundador del Movimiento 26 de julio en esta ciudad: Antonio Suárez Domínguez.
La fuente
Gracias al escritor y amigo Alejandro González Bermúdez, siempre dispuesto a ayudarme con el conocimiento de la historia local, obtuve el norte certero para llegar a esta triste biografía. Tan poco divulgada, pues casi nadie conoce siquiera su segundo apellido.
El Revolucionario
Hace algún tiempo escribí sobre el combatiente Víctor Hernández y con mucho dolor y sentimiento, él recordaba el asesinato de los tres jóvenes que amanecieron masacrados por soldados de la dictadura de Fulgencio Batista, en la Calle Independencia el 16 de diciembre de 1958, allí una tarja lo recuerda.
Uno de esos tres compañeros era Antonio Suárez. Un joven con deseos de parar los crímenes de aquel régimen sangriento.
Aunque nació en la Ciudad de los Tinajones, un 29 de agosto, Suárez fue a vivir al poblado de Minas cuando aún era muy pequeño. En octubre de 1952 hizo contacto con los grupos de camagüeyanos que se organizaban para luchar contra el régimen, y a partir de entonces fue conocido en la clandestinidad como El güajiro de Minas.
Participación en eventos históricos
Cuando el Movimiento 26 de Julio se forma en Camagüey, Antonio Suárez Domínguez se une a ellos.
Su actividad conspirativa lo convirtió en blanco de las persecuciones de los esbirros del tirano, es capturado en la propia ciudad de Camagüey el 29 de junio de 1958.
Según reflejan algunos escritos de la época, El guajiro de Minas recibe la esmerada “atención” de las fuerzas gubernamentales y luego de ser maltratado y amenazado de muerte, lo liberaron al mes siguiente.
Pero para hombres como Antonio Suárez Domínguez las amenazas contra su vida no significaban nada, así que continuó sus actividades para poner fin a la dictadura.
Triste final
Antonio fue capturado de nuevo por las fuerzas represivas, a menos de seis meses de la primera detención. Fue asesinado el 16 de diciembre y su cadáver apareció junto a los combatientes Juan Félix Quintanilla Jústiz y José Ramón Sánchez Artiles, en la calle Independencia, cerca de la Plaza Maceo.
Frente a la tarja que signa el lugar donde sus victimarios arrojaron los cuerpos sin vida, cada efeméride los pioneros cantan las notas del Himno Nacional y luego, para rememorar la obra de esos hombres depositan una rosa junto al bronce.
Remembranzas
Después de repasar las memorias sobre ese hijo del Camagüey, tan poco divulgado, espero que al visitar la librería ubicada en la Calle Maceo o al transitar la calle que lleva su nombre, sirva mi crónica para que puedas recordar que el guajiro de Minas abonó con su sangre nuestra libertad.