El Consejo editorial de la revista Renacimiento se conformó de jóvenes con inquietudes culturales y patrióticas de alto vuelo. Eran hijos de veteranos de las Guerras de independencia, activistas sociales, miembros de un asociacionismo múltiple: cultural, profesional, étnico y político, generalmente y por herencia familiar masones. Serapio Páez Zamora, periodista, ensayista, luchador por los derechos civiles, hijo del veterano de la Independencia José del Pilar Páez Silva, fundó en marzo de 1933 la revista Renacimiento. La frecuencia fue mensual, ilustrada y versó sobre asuntos sociales. Fiel exponente de todo el aporte cultural, las virtudes y de los nobles ejemplos que nuestro conglomerado étnico ofrece a la vida del progreso, apuntó la nota Editorial primigenia.
El director el líder social, Serapio Páez Zamora, además de periodista e historiador, fue un luchador antimachadista quien junto a su hermano Cipriano fueron expulsados del país por las estructuras de este gobierno; Serapio escribió en 1934 la novela Virgen del Solar. El subdirector fue Carmelo Álvarez de la Rosa, violinista y profesor de música, oriundo de una familia distinguida desde la etapa colonial por su talento musical y decoro patrio. El joven, Tomás Vélez Betancourt, fue quien administró todos los asuntos referentes a la revista, quien además siguió los pasos de su padre, fue maestro y director de una de las prestigiosas Academias Vélez del Camagüey, de Primera y Segunda Enseñanzas. El Secretario de redacción fue el escritor Federico Montané Minué. Como dibujante y caricaturista, el pintor graduado de la escuela de artes plásticas San Alejandro, José del Pilar Cordoví, entre otros jóvenes que también formaron el equipo editorial.
Los temas de Renacimiento
Los temas sobre artes reconfiguró este perfil a nivel nacional. Colocando en la geografía artística de la nación las particularidades de las localidades, aunque se ponderó el Camagüey, hubo autores matanceros, habaneros, santiagueros. La revista sistematizó los temas científicos, liderados por manos femeninas, doctoras, comadronas, maestras, activistas políticas, en fin, la revista desde los autores, desarrollo una acción de justicia reparativa con la mujer de condición étnica y económica no hegemónicas.
Los contenidos filosóficos-reflexivos fueron permanentes, igualmente los históricos de la localidad y del país. Se distinguieron personalidades, familias, personas de a pie quienes contribuyeron con los anhelos expresados en la nota editorial primera, las virtudes y los buenos ejemplos, que alimentan los valores sustentables en la actualidad.
Autores
En el espacio literario del cuento, incorporaron algunos de la autoría de destacados escritores nacionales como Cristina Ayala; aunque predominaron los locales como el sr. Fabio Luaces, maestro y director de la Escuela pública no.8, igualmente en la poesía y el teatro. El reconocimiento de los profesionales Fernando Bastián, José Varona Hernández, la familia De la Rosa, los Páez, entre otras, permiten gustar de una imagen junto a las crónicas sociales llevadas por Alfonso Sedrés, del palpitar de la cotidianidad del Camagüey a manera de instantáneas en ese lapso de tiempo.
El directorio profesional, en las hojas finales, ofrecía una orientación en cuantas profesiones, oficios, negocios, horarios y espacios. Los nuevos titulados también tenían desde la revista Renacimiento una ocasión para darse a conocer como servidores públicos.
Actualidad
La revista Renacimiento, fundada por Serapio Páez Zamora, Chelín, como los íntimos le conocía, es un aporte al concierto del Patrimonio histórico de la localidad, meritoria de la difusión, de su reconocimiento como parte de la memoria histórica. La misma permite ampliar el discernimiento sobre aquellos que, desde el decoro, el esfuerzo, los valores adquiridos de sus padres, abuelos tributaron al desarrollo social de la localidad y la nación.
Bibliografía
Revista Renacimiento 1933-1934. Redacción y administración Raúl Lamar. No.1
