Reydel Vázquez Balseiro es un joven de 18 años con síndrome de Down. Esta mañana, desde muy temprano, llegó al paseo Van Horne con una felicidad que desbordaba sus ojos. Cuando me acerqué buscando información para esta crónica, fue el primero en ponerse de pie y darme la mano para saludar, su felicidad es compartida con otros 7 jóvenes que desde hoy forman parte del proyecto Mis Manos Pueden.

El proyecto

Este nuevo proyecto socio-laboral es una iniciativa de la Oficina del Historiador (OHCC) que, al incluir a estos 8 jóvenes con necesidades educativas especiales para formarlos en un oficio, elevará su calidad de vida.

Desde este lunes comienza su aprendizaje en la especialidad de jardinería. Sus profesores: Jorge Aguilar y Aloyma Pérez, pertenecen a la escuela de Oficios Francisco Sánchez Betancourt, y a medida que avancen, prevén ofrecerles otras especialidades.

Aloyma está muy motivada con el proyecto, pues ha buscado casa a casa a estos muchachos que, al terminar la enseñanza especial, no encuentran qué hacer para lograr con su esfuerzo, ser independientes. El proyecto transformará sus días y los de sus familias, pues es una oportunidad inclusiva, que como luz y esperanza, los preparará e insertará en la vida laboral activa.

En un aparte, con brillo y humedad en los ojos, la profesora me comentó el entusiasmo de los alumnos, tras haber confesado algunos no haber dormido esperando con ansiedad este encuentro.

Inauguración oficial

Con un lindo canto de esperanza y alegría de vivir, la solista Danay acompañada del payado Tin-Ido, pusieron a danzar y aplaudir a los presentes y sacaron a escena a los 8 nuevos estudiantes, que llenos de alegría disfrutaron la bienvenida a la gran familia que es la OHCC.

La sede

El Museo Ferroviario será su espacio habitual, pues el patio de las locomotoras a vapor será escenario para plantar bellos jardines y nuevos sueños, porque sus corazones llenos de esperanzas quieren mostrarnos que sus manos pueden.