Cuando los sueños y los muñecos laten desde el corazón

Foto: Tomada de http://www.acn.cu
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Parece un colectivo muy joven, y lo son de espíritu y edad, porque la historia de estos actores, viene tejiéndose desde hace 60 años. Ya no quedan fundadores, pero uno de sus integrantes más experto, nos cuenta sobre el placer que viven cuando se cierra el telón y reciben el cariño del público más exigente y sincero: los niños

Así pasamos claros-oscuros, largas y angostas escaleras y finalmente llegamos a la dirección del Teatro Guiñol de Camagüey, con toda esa energía que lo anima a salir a la escena; me recibe Diosmany Fernández Trujillo.

Este  actor durante 22 años, cada mañana se ha levantado en los zapatos de diferentes personajes, lo mismo ha sido un gallo manda más, un consejero, un indio, un nomo, el lobo de la Caperucita, un chivo y muchos otros. Pero si debe elegir un personaje impregnado en su piel, no puede olvidar al íremen, su primer protagónico que le valió la nominación a los premios Caricatos en 1999.

Los inicios

Regresamos a su maestra y amiga Silvia Ávila (actriz fundadora-Puchy) quien vio en él algo más que un piloto o un ingeniero, vio su corazón titiritero, sensible y con capacidad para hacer soñar a los más pequeños,  por eso lo trajo con ella al teatro.

Allí fue utilero, solo por un mes y luego inició su labor de formación, junto al dramaturgo y alma de la compañía, Mario Guerrero, a quien todos recuerdan con cariño y hacen una reverencia ante sus logros, pues mucho debe la agrupación en sus casi 60 años, a quien dejó allí sus mejores historias y sueños para los niños.

La primera actuación fue con el íremen, llegó el estreno y eran tres personajes inspirados en la vestimenta abacuá pero alegres y bailadores en la escena durante toda la función. Al terminar, quedó una multitud en espera de la obra y ofrecieron doble función. Desde entonces es como una profecía del grupo: cada estreno hay que sobreponerse al cansancio de la labor y repetir el espectáculo, pues nunca alcanza el espacio para todos los asistentes.

Otros personajes en él

También el gallo mandamás es recordado con cariño, pero su corazón titiritero palpita por muchos motivos. El pone alma al muñeco y este a su vez hace la magia de la agrupación, que no cambiaría por nada.

Sus ojos brillan cuando confiesa que al abrir el telón y descubrir en la oscuridad las miradas expectantes de los pequeños deslumbrados o escuchar una expresión de asombro, es un privilegio, pero…

Ese abrazo para su personaje preferido al finalizar la obra, queda para siempre en el alma, porque para Diosmany: el Guiñol es vida.

Parabienes

Sus deseos y parabienes a la agrupación están  basados en mantenerse con sangre joven y en la preferencia de los chicos y su familia, reconforta saber que en tiempos de tanta tecnología aún hay niños que no quedan en casa ni en la calle, vienen a disfrutar este regalo de la imaginación.

El apasionado actor titiritero, es el único activo de las anteriores etapas, guarda  esperanzas en la continuidad y en seguir trabajando con calidad  en lo que hoy se empeñan. Piensa que la nueva sangre de la actual Compañía Guiñol de Camagüey, está nutrida con egresados de las escuelas de arte, que  laboran  con nuevas técnicas, miradas y lecturas, pero dan vida a su pequeña esencia, la de hacer reír, llorar y reflexionar con cada entrega.

En el silencio de la COVID

Mientras nos mantenemos en estos días difíciles de aislamiento, la agrupación no se detiene, una nueva obra se cocina a puertas cerradas, mientras la muestra ” Hilos del tiempo”; refleja  la historia de obras pasadas muy caladas en la mete del público y sus actores anteriores, haciendo un repaso a sus 59 años de trabajo.

Mario Guerrero fue y será el alma y la dirección artística eterna de los titiriteros,  los enseño a soñar y a trabajar en grande. Mantener su espíritu y ofrecer cosas buenas a un público tan exigente es el mejor homenaje a los que ya no están; pero dejaron sus huellas, dice.

Cuando la nueva obra “ La princesa de flores silvestre” salga a la luz, regresará la magia al teatro Guiñol, entre ensayos y preparación aguarda Diosmany por su Público agradecido,  que aplaude y sonríe, ese sin dudas es su mejor regalo.

Feliz aniversario 59 al teatro Guiñol de Camagüey, gracias a los latidos de este actor por llevarnos tras bambalinas.

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