La Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) desde sus inicios desarrolla en sus proyectos la formación de los jóvenes, en diferentes especialidades relacionadas a la preservación del patrimonio.
La escuela de oficios Francisco Sánchez Betancourt es una muestra fehaciente y corona su labor la continuidad de estudios universitarios, donde muchos de sus docentes son trabajadores de la institución y de otras dependencias de la OHCC.
Ese interés por formar a los más jóvenes en el amor a la identidad, se ve reflejada en la primera graduación de Licenciados en la preservación y gestión del Patrimonio Histórico Cultural, celebrada recientemente, de la cual tres de los primeros egresados son trabajadores de la entidad: Patricia Gamboa Torres, Diana Ross Iraola y Víctor Alejandro Landa Cruz; con nuevos saberes hoy perfeccionan su labor.
La Crónica
Nos acercamos a las motivaciones de Víctor Alejandro, un joven con sueños y deseos de trabajar, quien aún no se detiene porque ya es licenciado.
Lo fuimos a visitar a su lugar de trabajo, el Archivo Histórico de la OHCC, un bello e iluminado lugar, con mucha paz, a veces interrumpida por el paso del tren, ubicado sobre el Museo Ferroviario, antigua estación ferroviaria. Nos recibe para hablar de todo lo que allí se atesora y que a él le fascina.
Para eso me acompañan mis colegas: la periodista Sheila Barros Fals y el fotógrafo José A. Cortiñas Friman, lo rodeamos e inicia la conversación.
Acercamiento
Víctor bailaba de niño con el Conjunto Artístico Arlequín, su mamá es la jefa del departamento contable de la Oficina, esto unido a los estudios de Arqueología en la Escuela de Oficios, lo hicieron acercarse al patrimonio, pero no por ninguna de esas aristas, si no por las de la conservación documental.
Varios años llevaba laborando cuando inició la carrera en Camagüey, se preparó junto a los otros muchachos y una vez dentro fue descubriendo belleza en el urbanismo, en la museología y en la conservación.
Por eso revela interesantes documentos mientras los repara y digitaliza, especialidad en la que hoy se desempeña, para llevar a buen recaudo papeles tan antiguos como el Título de Ciudad otorgado por el Rey Felipe Séptimo a Camagüey en 1817 y el de Patrimonio Cultural de la Humanidad, que aunque no es tan antiguo, al quedar en formato digital evita la manipulación, se conserva intacto y brinda la oportunidad de que muchas personas puedan acceder a ellos.
La informática
Como joven de su generación es amante de la tecnología, la digitalización de documentos lo mantiene cerca de ellas, mientras indaga en la historia de una manera diferente.
Primero en la Casa de la Diversidad aprendió a apreciar cada pieza, luego surge el archivo y vio una forma de incursionar en novedades, su carácter inquieto lo llevan a probar en diferentes especialidades.
Aunque mantiene sus sueños y metas de estudiar informática en la UCI como segunda carrera, desea seguir ligado a la historia y sus valores, en ellas se encuentran cosas fascinantes, que piensa deben darse a conocer, otro de sus propósitos de superación es la espera de una maestría.
Gratitud
Mucho agradece a la OHCC su desarrollo profesional, allí han llegado muchas oportunidades de cursos y talleres, que aportaron a su formación, como a la de muchos otros trabajadores, porque eso ofrece a todos la institución: oportunidades para crecer en el conocimiento.
En este camino a los 25 años de la institución no pasar por alto que para los 15 años de la OHCC bailó con Arlequín, para los 20 ya trabajaba en la Oficina y espera celebrar este cuarto de siglo con la creatividad de su labor, que es anónima, pero vital para que los investigadores avancen en sus propósitos.
Casi al despedirnos insisto en la influencia de la mamá de Víctor en su camino profesional, porque además de recursos ella pone mucho amor a cada obra de la ciudad y dice que no directamente, pero con discreción siempre lo asomó al camino.
Sabemos que sí, Leticia Cruz estuvo junto a Víctor cuando recibió el título de la Licenciatura en Gestión y Preservación del Patrimonio, con todo orgullo, y es lindo ver a ese binomio unidos en un solo amor: el que profesan a la Ciudad de los Tinajones y su historia.


