La lengua de señas es para la comunidad sorda su alma, sus oídos y su ventana al mundo. Así la define Raquel Amador Aguirre, una camagüeyana a quien, a partir de los 21 años, se le agudizaron sus problemas auditivos y desde entonces forma parte de la gran familia que es la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC).
Desde 1993 Raquel ha ocupado varios cargos en la Dirección Provincial de la Asociación, inmueble ubicado en el Centro Histórico de la ciudad. Actualmente, se desempeña como funcionaria de estadísticas, pero en otros momentos cuando debía asistir a reuniones con personas oyentes se apoyaba mucho en Pavel, uno de los tres intérpretes con que cuenta la ANSOC en Camagüey.
Al recordar mucho le agradece, pues participar en cualquier evento social junto al intérprete la hizo sentirse más segura, pero sobre todo incluida, aspecto muy importante para quienes viven con discapacidad auditiva.
La lengua de seña
Según la Federación Mundial de Sordos, existen aproximadamente 70 millones de personas sordas en todo el mundo. Más del 80% vive en países en desarrollo y utilizan unas 300 lenguas de señas diferentes.
La Lengua de Señas Cubana (LSC) es la que utiliza la comunidad sorda de Cuba. Existen aproximadamente 19 000 usuarios de la misma y en cada región tiene sus particularidades. De esa cifra la Ciudad de los Tinajones aporta 2 200 asociados. Una curiosidad es que la lengua de señas mexicana y la española, comparten varios gestos y representaciones con la cubana.
Estas formas de comunicación son idiomas naturales a todos los efectos, pero estructuralmente distintos de las lenguas habladas.
Existe también un lenguaje de señas internacional que es el que utilizan las personas sordas en reuniones a nivel del orbe y, de manera informal, cuando viajan y socializan. Este lenguaje internacional se considera una lengua pidgin, es decir, una lengua mixta creada a partir de señas comunes a varios pueblos.
Para una sociedad inclusiva
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó, en la resolución A/72/439, el 23 de septiembre como Día Internacional de las Lenguas de Señas; con el fin de incrementar la conciencia sobre la importancia de estas y defender los derechos humanos de las personas sordas o hipoacúsicas.
La Asamblea establece que, el acceso temprano a la lengua de señas y a los servicios asociados a este lenguaje, incluida una educación de calidad, es vital para el crecimiento y el desarrollo de las personas sordas, y decisivo para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible. Resalta también la importancia de preservar las lenguas de señas como parte de la diversidad lingüística y cultural.
La educación
La enseñanza especial para niños sordos e hipoacúsicos en Camagüey, forma a sus profesores y alumnos con las herramientas de esa lengua, además de ofrecer cursos para personas oyentes. Hace apenas unas semanas concluyó una preparatoria para trabajadores de la Empresa de Telecomunicaciones (ETECSA) en nuestro territorio. Especialistas de la Oficina del Historiador también han participado de estas preparatorias, para facilitar la atención y el intercambio con ese público.
Volvemos con Raquel
Los 30 años que lleva Raquel dentro de la Asociación, le han brindado experiencia para servir de intérprete a cualquier persona que llegue buscando ayuda. Conocer esa lengua tan hermosa, que utiliza los gestos para transmitir su mensaje, lo describe como una suerte de regalo que rompe el silencio, y desde su condición, le permite estar actualizada.
De allí su gratitud para los especialistas que ofrecen sus saberes en Televisión Camagüey y en el Noticiero Nacional, para llevar a las personas sordas información y cultura, lo justo para una sociedad que como la nuestra busca ser inclusiva; propiciando que personas como Raquel, o sus compañeras Yamilet y María, tengan la oportunidad de disfrutar la televisión.
Este acercamiento a la Lengua de Señas, desde la filial camagüeyana de la ANSOC, fue muy grato e instructivo para mí, por eso me despido haciendo una seña que aprendí para mostrar mi gratitud; con la mano sobre el corazón, Raquel me responde que el gusto es de ella.